LOS VIRTUOSOS DE LA PELOTA EN MALACASÍ.

 

LOS VIRTUOSOS DE LA PELOTA  EN  MALACASÍ.

En los quince años  desde 1950 a 1965  del siglo pasado, hubo una generación de jugadores excepcionales del futbol en Malacasi que destacaron, porque fueron bendecidos en el deporte del futbol, y  pasaron dejando huella como para nunca olvidarlos y recordarlos como virtuosos de la pelote en Malacasí, entre otros.

Don Arsenio Sánchez, y Luis Farfán. apodado Coroco fueron las dos primeras estrellas del futbol malacasino que brillaron con luz potente entre los años 1950 y 1955  amos de la pelota, delanteros indiscutibles, verdaderos atletas incansables, conformaron  la dupla imparable y letal cuando se combinaban la pelota, ya sea en fintas armoniosas o en paredes y triángulos  precisos, sin parar muchas veces hasta culminar en  el gol. Mientras jugaron juntos no hubo defensa que pudiera detener  sus arremetidas, pero por razones del destino, Arsenio Sánchez, hermano de la señora Esperanza Sánchez, emigro a Lima y la dupla maravillosa  que formaba con Coroco quedó mermada,  y aunque Coroco siguió brillando,  la delantera malacasina no se pudo repetir, aunque dicen que la historia siempre vuelve , en el caso de esta dupla fue única e irrepetible.

Don Nico Gómez Torres más conocido como el Muco Torres  fue otro virtuoso de la pelota, gran atleta, pícaro, veloz y quimboso, con gran visión de gol que podía hacer goles, como si fueran piezas musicales. El Muco Torres,  tomó la posta y la herencia mítica de Arsenio Sánchez  y Coroco, pero fue una estrella solitaria que  no tuvo un compañero como para constituir una dupla goleadora como los antes  mencionados, pero, sí pudo brillar como una candelilla en la oscuridad, debido a su gran velocidad en el ataque y punche en los  disparos al arco semejantes a unas feroces patadas de mula. y así Muco, fue grande por su entrega y disposición  en el juego, poniendo lo  mejor  de sí mismo  para dejar   bien alto  el nombre de fútbol Malacasino,  porque él no jugaba por dinero sino por amor a la camiseta y por el prestigio de Malacasí.

Pero el Muco era un ser especial, fue el único jugador que se hacía rogar para salir al campo de juego y muchas veces faltando pocos minutos para que empezara  el partido, Muco desaparecía del pueblo y nadie lo encontraba, haciendo poner nerviosos a todos los que querían ver su juego virtuoso en el campo. Los amigos que ya le conocían, sabían que se internaba en la chacra de su mamá doña Antonia Torres y lo iban a buscar, encontrándolo por entre los árboles, debajo de las plantas de cacao o al costado de los platanales,  sin que se dignara contestar el llamado desesperado de aquellos  quienes  le buscaban con ansiedad y preocupación. Entonces, lo convencían con muchos ruegos y, volvía al pueblo  y cuando aparecía el Muco en la cancha, todos se ponían alegres, el ambiente explotaba,  la fiesta comenzaba, corrían las  apuestas de los  fanáticos que se jugaban la camisa y hasta el último centavo que tenían en los bolsillos.

De todos los jugadores de esa época, El Muco fue el único que trascendió al pueblo y fue a jugar a la liga de Chulucanas donde alternó con los mejores jugadores tales  como:  el famoso Piano, Panchito Infante, Doro Calle y el mismo Pata de Mula del San José de Paccha;  pero así como la cabra siempre tira para el monte, Muco nunca tuvo mayores intenciones de entrar en el fútbol profesional, y siempre estuvo pegado a su pueblo y al cariño de su madre a quien él también correspondía , no separándose nunca de ella. Muco jugó hasta que pudo, pues luego vinieron nuevas generaciones de jugadores que le superaron en habilidad, pero  no le arrebataron toda la leyenda que se formó alrededor de él. Muco quedó inscrito  en el corazón de todos los que le idolatraron en su juego y  porque valgan verdades el Muco fue un ídolo y lo será siempre en el imaginario del  pueblo de Malacasí.

Don Pánfilo Garrido, apodado Pulga, fue un verdadero artista manejando  la pelota casi pegada a sus pies, cuidándola como si se fuera parte de su cuerpo, tratándola con elegancia y trazando creativas fintas, cual eximio maestro malabarista para burlar al rival dejándolo regado en el camino. Pánfilo,  que en griego significa amigo de todos, como persona fue un moreno, de talla mediana, bien proporcionado, de  finos  modales y de trato amable, que se hizo querer por su don de gentes y su gran compañerismo, que le dieron  un natural liderazgo y respeto. Lamentablemente, no pudimos conocer a Pulga  en lo mejor, ni en la plenitud de su juego,  porque llegó a Malacasí ya entrado en años, pero  así como el buen vino es mejor cuando es  más viejo, Pánfilo Garrido, no tendría los arrestos y destrezas de un  joven;  pero contaba con la sabiduría que le daban  los años de práctica futbolística,  para  aprovechar lo mejor posible los espacios y desplazamientos en el campo,  que hacían de él un gran estratega en el campo de fútbol y un virtuoso de la pelota. Pánfilo fue el ejecutor oficial de penales, con el 100% de efectividad porque nunca falló ni siquiera uno. 

Don Orlando Morales Nevado, más conocido como Canillas   también fue otro gran jugador emblemático, que vino de Chulucanas atraído por el trabajo que la Señora Mercedes Véliz desarrollaba en Malacasí, no era un jugador de fútbol exquisito, ni tenía una mayor talla que la mediana, tampoco era   artista habilidoso en el trato futbolístico, pero sí era recio y categórico en sus jugadas, que  tenía bien definido el sentido de la oportunidad para concretar en movimientos  precisos la dirección del  gol, de tal manera que cuando entraba en el área ya no había forma que la pelota no terminara introduciéndose en el arco. Canillas era incansable jugando al fútbol, con zapatos o sin zapatos;  y vivía por el fútbol y para el fútbol, lo vimos jugar hasta bien entrado en años, pero con el espíritu siempre jovial   practicando todas las tardes el juego   diario con los calichines   que podían tener las edades de sus hijos. En la posteridad, todos sabrán quien fue Canillas, pero no quién fue Orlando Morales Nevado su nombre de pila, por eso queremos recalcarlo para que en el futuro ese nombre no pase  completamente  inadvertido, como si hubiera sido un  visitante del planeta Marte.  Canillas no siendo Malacasino,  permanecerá en el corazón del pueblo, por  los  años vividos,  por   haber  sido ídolo de  todos los habitantes de Malacasí, porque fue querido por hombres , mujeres y niños, porque en su vida solo supo jugar al fútbol, cosechar limones , mangos y patear los mejores tiros rabona* que otros nunca pudieron hacerlo y  porque sus restos reposarán  para  siempre en el pueblo de Malacasí, inscrito como un virtuoso de la pelota..

Don Alfonso Zunini Díaz, fue otro jugador estrella en Malacasí, y virtuoso de la pelota que  se distinguió por la  elegancia de sus jugadas en el área   defensiva, cuya solvencia daba garantías indubitables a los arqueros. Alfonso era dueño absoluto de la pelota en el área defensiva, ya que tenía las condiciones de talla y condición atlética para estar en el rechazo oportuno y efectivo, en la anticipación de la jugada, en la cobertura deseada y casi siempre salía del área chica jugando con clase, nunca recurriendo al rechazo grotesco o pateando a la mala y sin dirección, él siempre fue la inteligencia en acción,  que  hacía respetar su presencia en el campo,  por eso   también fue un líder considerado  y  querido por todos. En su línea futbolística, Alfonso  tuvo  en su sobrino Emilio Pérez Zunini un gran sucesor no solo en su calidad atlética; sino también en  la caballerosidad  y  posiblemente le superó en elegancia del juego y sobre todo en fuerza y potencia defensiva. Alfonso Zunini, vivió  su otoño de la vida con  calidad  y solvencia moral de quien se quiso a sí mismo;  y por tanto, merecedor del respeto de las personas. En su vejez, Alfonso Zunini se mantuvo siempre  honorable con su cabello blanco desparramado y abultado como un nido de choquecos cubierto de nieve, o más bien como  el toque blanché de un virtuoso chef,  que destacaba con nitidez sobre su cara morena y conservada. Él fue un verdadero ídolo  para la juventud  en este pueblo de Malacasí  donde permanecerá como un recuerdo imborrable y ejemplar para las generaciones futuras.

Don Segundo Ruiz, apodado  Chaquetas, perteneció a la promoción de Arsenio Sánchez  y Coroco, fue un gran jugador que se recuerda con cariño porque a pesar de su pequeña estatura, tuvo fama de ser un  defensa implacable  que supo vestir con honor y entrega la camiseta de Malacasí, jugándose por entero en cada partido dejando la totalidad de sus energías, porque él consideraba que encuentro que jugaba era como el ultimo de su vida, por ello fue un virtuoso de la pelota.

Otros virtuosos de la pelota fueron : Raúl Ramírez Cabredo,arquero Segundo Quiroz arquero, Amable Torres arquero,Hugo Zunini delantero, Nicolás Tineo Ríos delantero, Carlos Tineo Ríos defensa, Martín Peralta Murillo delantero, Felicino Peralta Murillo delantero, José Cordova Cruz,apodado cachuelo delantero. Hernando Cordova Cruz apodado el mono delantero, Pedro Flores Barranzuela apodado chepa delantero, José Padilla Varona,apodado Papín delantero  Cecilio Torres Paico delantero, Hildegardo Pintado apodado  la nena delantero,  Teodoro Ruiz, defensa,Jorge Quintana,defensa. etc.

Todos ellos fueron los mejores jugadores de futbol en Malacasí  del siglo pasado, junto con otros que brillaron después  de la década de 1970, fecha en que cerramos esta corta galería de los virtuosos de la pelota en Malacasí para que no  sean borrados por el tiempo, que es el mejor aliado del olvido.


Octubre 2021.

*Rabona: técnica de ejecución de un tiro, cruzando las piernas para confundir al adversario.