EL CHOQUECO MALACASINO

 

 EL CHOQUECO MALACASINO


Silbido tiene de  hueco 

el pájaro gris Choqueco.

silbando loco y desabrido

en la rama de un faique envejecido


Pero no hay bonito sin su pero,

Ni feo sin su gracia.

ni bueno,   sin  desgracia

Dijo con gracia, Pancracia.

 

 Y así, que silva y silva feliz   

el choqueco va resonando

y en  el  canto completando 

 su música vestida de gris.


vive solito  cuidando el  nido, 

con su  sonido ronco y  cavernoso 

como un guerrero fuerte y temido

 se muestra más  feo  y belicoso 

 

Que nunca salga de allí,

del alto cerro Malacasí.

Con su canto borroso y hueco

Mi lindo pájaro choqueco.


El pájaro Choqueco, es un ave canora, de parecido y tamaño de la  chisca, cubierto de un plumaje que es una  mixtura  de manchas blancas y pardas dándole  una aspecto poco atractivo, que se acrecienta con su canto carrasposo, ahuecado, y áspero. El choqueco suele   construir   sus nidos muy abultados y desordenados en las ramas más espinosas de los los faiques y algarrobos, utilizando, trapos, algodones, hojas secas, papeles y fibras de la corteza de los arboles del bosque que le dan el aspecto de un pequeño muladar, pero el choqueco construye así su nidos  para protegerse de los depredadores, como las lechuzas, los cernícalos, búhos y ardillas que asaltan los nidos en busca de sus huevos, encontrándose muy difícil penetrar por un conducto estrecho muy largo  y protegidos por las espinas incrustadas antes de alcanzar el centro mismo donde pone sus huevos y anida. 

Los niños son recelosos de capturar choquecos porque no encuentran ningún atractivo para ello, sea por  la disfunción de su canto y el color de su plumaje bañado de gris, que no lo hacen  interesante para  exhibirlos en las jaulas de los hogares. Además en el imaginario popular se ha creado la idea de que cuando se coge  un choqueco, corre el peligro que le broten verrugas en las manos, brazos y hasta en los ojos.

No obstante su aspecto poco atractivo por lo gris de su plumaje, el Choqueco, es un avecita muy limpia que suele bañarse y acicalarse las plumas graciosamente. También es un ave amigable, poco visto y existente en la naturaleza y se cuentan historias de cómo el choqueco es especialista en proteger  pichones huérfanos de sus madres, que sin el auxilio del choqueco, no podrían sobrevivir.

En el pueblo de Malacasí se ve poco a los choquecos, pues se han ido alejando hacia las partes altas de los cerros debido al avance de la zona urbana que les ha quitado sus espacios.